Terminada las elecciones de Capital donde compulsaba el ministro Tomada, parece ser que los remiseros dieron por terminada la tregua electoral y comenzaron, luego de la feria judicial, con una andanada de denuncias judiciales.
La tregua y el silencio se relaciona con el hecho que varios funcionarios del Ministerio de Trabajo, estarían relacionados, según la denuncia ingresada en el Juzgado 7 causa Nº 7743/11 del juez OYARBIDE, con la causa de los medicamentos ‘truchos’ y el saqueo de las obras sociales sindicales.
Pareciera que esta historieta comenzó cuando Noemí Rial, actual viceministro de Trabajo, ocupó durante dos años ‘92 – ‘94, época menemista, que para lograr la reelección mediante la constituyente del ‘94 le dieron el manejo del sector a los grupos que orientaba el Coty en
Luego, ya en trabajo, durante esta década instaló en lugares claves a radicales confesos como Elena Otaola, directora de Asociaciones Sindicales y un grupo siniestro de inspectores como Flores, Curz y Veiga ejecutores de todo tipo de tropelías.
La maniobra consistiría en mantener sindicatos sin autoridades electas legalmente para nombrar administradores provisorios desde
Esta maniobra contaría con la colaboración documentada de algunos radicales confesos como Mangone y Serafini que dominan el sindicato de Gas y la comisión arbitral de
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